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Las Escrituras y Nuestro Entendimiento

¡Solo Dios cambia lo equivocado de nuestro razonamiento!

Y el razonamiento está unido a nuestras emociones. De allí que el Orgullo no es solo un pensamiento o emoción, sino la unión del razonamiento + emoción.

Por tanto, Si la luz de las Escrituras no llega a nuestro entendimiento, nunca volveríamos del error.

Pablo dice como se renueva nuestro entendimiento:

2 Timoteo 3:16-17 RVR1960

[16] Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, [17] a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

No hay patria libre sin almas rendidas al Señor!

La historia nos enseña que la libertad externa se conquista a través de sangre y batallas. Sin embargo, la libertad más profunda no se alcanza en un campo de guerra, sino en un corazón que se rinde.

Podemos tener independencia política y, sin embargo, seguir siendo esclavos del pecado. Podemos ondear banderas, pero si no nos arrodillamos ante Cristo, permanecemos encadenados por lazos invisibles.

“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:36).

La verdadera independencia no depende de héroes humanos, sino del Hijo de Dios que triunfó en la cruz. No se trata solo de patria, sino de eternidad. No es solo victoria; es rendición.

Por Nada Estéis Afanosos

1. Por nada estéis afanosos”

Significa: no te preocupes, no vivas angustiada o con miedo por nada.

Pablo nos enseña a reemplazar la preocupación por confianza en Dios.

2. “Sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego”

Esto quiere decir: cuéntale todo a Dios, háblale de tus necesidades, tus miedos, tus deseos y tus cargas. En otras palabras: no te quedes callada con tus problemas; preséntalos a Dios.

3. “Con acción de gracias”

Significa que mientras oras y pides, también debes agradecer.

Agradecer por lo que ya tienes y por lo que Dios hará, aunque aún no lo veas.

🌸 En resumen:

Filipenses 4:6 nos enseña que:

Cuando algo te preocupe, no te llenes de ansiedad, sino habla con Dios, pídele con fe, y agradece, confiando en que Él escucha y actuará.

Dios te bendiga!